Prefiero no vivir,
QUE DEJAR DE HACER LO QUE ME MUEVE.
Ahora lo hago sin remedio.
No sabría decirte porqué soy la más indicada de escuchar.
Es posible que no tenga nada interesante para ti.
Que leas cosas mías que te pongan de mal humor. Si es así ten en cuenta que te remueven algo.
Las letras son letras, a menos que cargues un peso inconsciente.
O que tenga frases sabias y de lucidez por accidente.
Con un poco de suerte podrían hacerte un clic en la mente y provocar un efecto dominó en tu vida.
Quien sabe.
Puedes odiarme gratis al recibir mis ideas por email.
La gente pasa por la vida sin plantearse las cosas.
Sin conocerse.
Y van quejándose como si no pudieran hacer nada más que reaccionar ante los sucesos.
Y lo sé porque estoy escribiendo esto para la Noemí de hace 10 años.
Ya era psicóloga, pero no me servía de tanto.
«Noemí del pasado, no te preocupes. Que aunque hoy te despiertes llorando porque no quieres ir ni un día más a ese trabajo de mierda que odias, que sientes que te roba el alma y la juventud, estás a un paso.
Hoy no lo ves, solo te ves estancada, atrapada y con ganas de sacar lo que llevas dentro.
Ves que gente que era más inútil en el instituto parece que avance más.
Y sí, siguen siendo inútiles.
Inútiles que viven mejor que tú.
Solo que tú te estás descubriendo y vas a encontrar la manera. Te lo juro.
Va a valer la pena y la alegría.»
Y así fue.
Soy una tía rara que pasa mucho tiempo sola.
Que ha arriesgado mucho y aprendido mucho…
Sobre cómo funciona la cabeza, a gestionar las emociones, mejorar aquello que nos frena, escoger las palabras correctas, entender el juego del dinero, a cultivar el espíritu y tener paz cuando parece que tu vida está en llamas.
Y hace años que me siento llena, auténtica y libre.
Y creo que es algo bonito de compartir.
Sin más, es aquí.

